Con
la droga por sus venas,
lentamente
como una vara de nardo,
se
secaba aquella niña morena
cuando
apenas contaba catorce años,
sin
que nadie le dijera
que
era presa de la droga y el engaño.
Con
catorce primaveras
mas de una tarde se vendio
al
pie de una carretera
lo
mismo que una ramera
sin tener esta condición
para
meter por sus venas
lo que con ella acabo.
Por
esa niña que me daba tanta pena
y
por la mía que es mas pura que una flor,
para
que la droga no me las mate
están
luchando en Bárbate
las
mujeres sin demora.
Esperando
solo que ese combate
pueda
servir de acicate
para
acabar con la droga.
Un
ole fuerte le pediremos como remate
para
esas madres
que
ante la lucha se encuentran solas.
Porque
yo con ellas por las calles
no
vi jamás colaborar a este gobierno,
sabiendo
Felipe como sabes
que
a ese toro hay que cogerlo por los dos cuernos.
Pero
por lo visto a los que mandan
le
importa cuatro pepinos
lo
que sufra el corazón
y
esas madres que en España
luchan
con el alma
para
no ver nunca al hijo de sus entrañas
muerto
en cualquier rincón.
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