Yo no veo justo que congelen el salario
a
los currantes y en especial de los funcionarios,
porque
ellos sufren cuando nosotros los criticamos,
y
no es que trabajen poco, es que nunca los dejamos.
Como
comienzan muy temprano su jornada
al
cuarto de hora van por café y por media tostada,
y
el camarero con unos huevos que se los pisa
los
atiende a las tres horas, sin ver que ellos tienen prisa.
Se
ponen a trabajar como los mulos
y
llega a la ventanilla un viejecito dando por culo:
Arrégleme
este papel, que es pa mi hermano,
y
molesta al funcionario que esta rascándose el cayetano.
Y
luego llega una vieja contando cosas de melodrama
en
el preciso momento en que esta liao con un crucigrama.
A la
una su tapita para coger de nuevo energía
y
cuando vuelve al trabajo, ya son la tres,
mira
tú que plan, se le ha ido el día.
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