En mi ratillos
libres
Me voy de
pesca,
Me coloco un
sombrero de palma
Me cuelgo una
capacha
Y sobre mis
hombros
Cargo con mi
caña.
Cuando
encuentro un sitio adecuado
Yo monto mi
tinglado
Sembrando de
“enguao”
El mar que me
baña.
Allí empiezo a
cantar coplas de carnaval
Mirando a mi
villuela
su cuerpecillo
blanco parece que baila
encima del
mar.
Se pone tan
nerviosa
Cuando una
mojarra se acerca al anzuelo
Que hasta le
entra celos
De mis propias
manos
Porque
aprietan más,
Y mi caña me
guiña
queriéndome
hablar.
Con la espiga
de mi caña
Yo cojo las
estrellas
Y se las hecho
a las mojarras
Y jalo
despacito
Por miedo a
amedrentarlas
Y a mi capacha
lleno de plata.
En cada lance
tiene
Un aire de
sonata
Bordón y prima
hablan
Como si fuera
una sonanta.
Cuando se
encuentra sola
En el balcón
de casa
De penita me
llora
Y es porque
añora
Al pescador de
su alma.
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