Como un trozo del azul inmenso cielo,
un murmullo de la gran intensa mar,
un piropo echo canción y un te quiero,
pá decirte tierra mía,
que me tienes noche y día
embrujao por tu querer.
El calor que tú me das
no se lo llevará el viento
ni aunque fuera un huracán
porque te llevo muy dentro.
Eres un rincón lleno de ilusión,
ay, cuanto te siento.
Ay , claveles, claveles, claveles,
tus mujeres al caminar
con esa gracia tan juncal
tan fina y señorial
son ramilletes de claveles.
Tacita, plateada por el sol
bañada por la mar,
las penas tú me quitas.
Salero, tú tienes clase y salero
y eres como un velero
que se aleja en alta mar.
Canciones, con aromas del estero,
con tu ambiente callejero,
por eso te quiero
y por ti yo me muero
¡carnaval!.
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