Una noche serena del mes de agosto
a la punta la Sato me fui a pescary como los pescados llegaban poco
miraba lo grandiosa que es la mar;
la Luna reflejaba sobre las aguas
miles de chiribitos que hacían brillar,
y yo me embelesaba con todo el Universo
sintiéndome un insecto en tanta inmensidad.
Al mirar
para el Puente Carranza, para los Astilleros,
dos o tres petroleros para reparar.
Al mirar
las luces encendidas de mi Cádiz divina
me dio para pensar:
la vida es todo lo bello si el humanismo
fuera bondad y el caminar
hacia el progreso se hiciera mejor
y con más amor hacia los demás.
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