Hay un balcón en el mentidero,
no es uno más de aquel bello rincón,éste derrocha amor
sus encajes de hierro;
tras su limpio cristal,
entre tiras bordás,
vive Gitanilla del Carmelo;
cuánta historia encierra
cada pliegue de su piel.
Con casi un siglo
de poesía en su caminar,
¿quién le ha dicho más a Cái
y su verde mar?,
¿quién se muere más
por su alameda?
Tú, que bordastes
tantos versos punta a punta
eres hábito constante
del verbo amar
y estandarte de la Virgen marinera;
aunque sé que jamás
te han gustao los honores,
deja que sea a tus piés
ramo de flores.
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