Se
ve por las calles sin fin,
una pobre infeliz con su pelo plateado,
se ve por aquí por allí,
sin mirar, sin sentir lo que pasa a su lao.
Dicen que esa señora
de pelo blanco es tan conocida,
que su fama traspasa
toda la tierra reconocida.
Y que se encuentra sola con la tristeza,
con esa cruz a cuesta de su pobreza,
pidiendo por las calles un cacho pan.
Dicen que no tiene ná y se acuesta a soñar,
de noche en un portal.
Cuentan que esta perdiendo el sentío,
que no hacen ná por ella,
y sola sufre en el olvío.
Que da pena verla abandonada,
con su ropa manchada no existe vergüenza mayor.
Y dicen que tiene tres mil años ya,
y en sus canas de plata,
que fue pionera de la libertad,
ciudad hospitalaria blanca y marinera,
responde por Cai la novia del mar,
con esa bahía de grandes bellezas.
La reina del cante, la cuna del arte,
que se va a morir de tristeza.
se ve por aquí por allí,
sin mirar, sin sentir lo que pasa a su lao.
Dicen que esa señora
de pelo blanco es tan conocida,
que su fama traspasa
toda la tierra reconocida.
Y que se encuentra sola con la tristeza,
con esa cruz a cuesta de su pobreza,
pidiendo por las calles un cacho pan.
Dicen que no tiene ná y se acuesta a soñar,
de noche en un portal.
Cuentan que esta perdiendo el sentío,
que no hacen ná por ella,
y sola sufre en el olvío.
Que da pena verla abandonada,
con su ropa manchada no existe vergüenza mayor.
Y dicen que tiene tres mil años ya,
y en sus canas de plata,
que fue pionera de la libertad,
ciudad hospitalaria blanca y marinera,
responde por Cai la novia del mar,
con esa bahía de grandes bellezas.
La reina del cante, la cuna del arte,
que se va a morir de tristeza.
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