Caí se
viste de noche
con un manto de Caleta, con bordaitos de plata
que le buscan las coñetas,
y a un balanceo suave
que le traen las barquillitas
se le suben al pecho
caracolas y caballitas
y se hace la dormía
mientras que Paco la guiña.
Y mientras se mece
el mar le trae desde el fondo
los pasodobles que hablan de ella.
Y el sol se vuelve una luna,
luna de bombo y de cantinela.
Y el aire le dice al oído:
"Niña de luz, niña de luz,
que culpita tendrá el poeta
que siempre seas su cruz"
Caí se vuelve golondrina
y juega con los barcos de vela.
La niña blanca de salina
de noche es cascabelera.
Te vistas cómo te vistas
tú me encelas y yo te quiero.
Caí, niña mala incorregible,
la princesa de mis cantes
cuando vayas a dormirte
pide a Dios por nuestra parte
salud "pá" no olvidarte.
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