Don
Ramón, mi viejo maestro, Don Ramón
me
tiembla el pulso cuando escribo esta cuartilla
pá
decirle unas cosillas con profunda admiración
al
patriarca del cuplé chirigotero
del
barrio del mentidero que es su musa y su pasión
¡Ole!
que sabe nadie del compas de un pasodoble
mas que tu mesilla de noche y tus manos
encalla
¡Ole¡
cuantos poemas encierra
tu
blanca azotea preñada de cal
cuantas
veces se han cantao por esas esquinas
los locutores de radio y aquellos gorilas
ese
tara-tararero que tenían tus estribillos
Caí,
debe saber todo Caí
como
fuiste pregonero sin los honores de otros
y
aunque te sentiste roto yo no cambio tus te quieros
por
esas falsedades que están costando un dinero
dichas
sin sentimientos por famosos forasteros
eres
aunque no lo creas
profetas
en tu tierra, querido poeta
con
mas de ochenta abriles y los achaques de la vista
ya
no va a la alameda con su gorra encasqueta
siempre
será mi espejo coplero de campanilla
Don Ramón Díaz “Fletillas” gloria de mi carnaval
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