Cuando
se habla del barrio Santa María
se
piensa en gitanería, en alegría y juerga;
cuando
se habla del barrio Santa María
nadie
ve la valentía que su gente encierra,
la
valentía de esos hombres que no lloran
y
con la fuerza del que ya no puede más
en
plena calle le han plantao guerra a la droga,
sin
descanso y sin demora, hasta el final.
Esos
hombres que pelean a diario
pa
conseguir el milagro
que
sus hijos no mueran envenenaos,
esos
hombres que no quieren más miseria,
ni
droga ni delincuencia, sólo trabajo.
Esos
hombres del barrio Santa María
que
pelean por su vida y por su dignidad,
esos
que no quieren ver to los viernes a su mujer
como
rezan por sus hijos al Nazareno,
a
esos hombres desde aquí les digo ole,
porque
tienen dos cojones, gaditanos de los buenos.
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