Déjame
cantarte, mujer gaditana,
déjame que brinde esta copla en tu honor,
después de librar juntitos la batalla
en esta mañana de claro esplendor.
No vengo a decirte que si eres guapa,
que si me matas con tus andares,
vengo a expresarte por cuanto hiciste,
lo que en verdad tú vales.
Mujer del barrio Trille y Lebón,
del Cerro Moro, Viña y Balón,
Santa María y el Mentidero,
donde tú pisas ni la Piconera
se pone a tu vera,
mujer de to Caí, mujer del Astillero.
La que defiende mi pan,
la que se enfrenta al poder
por mis hijos y por mi hogar,
ay, mujer.
Tu entereza y tu verdad
me infunden to el valor
para seguir luchando por Caí a tu vera
ay, compañera, Dulcinea de mi amor.
después de librar juntitos la batalla
en esta mañana de claro esplendor.
No vengo a decirte que si eres guapa,
que si me matas con tus andares,
vengo a expresarte por cuanto hiciste,
lo que en verdad tú vales.
Mujer del barrio Trille y Lebón,
del Cerro Moro, Viña y Balón,
Santa María y el Mentidero,
donde tú pisas ni la Piconera
se pone a tu vera,
mujer de to Caí, mujer del Astillero.
La que defiende mi pan,
la que se enfrenta al poder
por mis hijos y por mi hogar,
ay, mujer.
Tu entereza y tu verdad
me infunden to el valor
para seguir luchando por Caí a tu vera
ay, compañera, Dulcinea de mi amor.
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