Entre rejas - 1985 – Antonio Martin García

Yo recuerdo cuando era chiquillo
esa imagen de la Cárcel vieja
sobre incienso, claveles y lirios
subía el Nazareno su calleja.
El silencio de la noche inquieta
el mecerlo una y otra vez
el esfuerzo de los maniguetas
y ese preso cantando saetas
"pá" que le cuento a usted.
Y esa noche un lamento
se llevaba el viento al inmenso mar
cuando la reja abrían
y un preso salía puesto en libertad.
¡Ábreme carcelero!
que de tristeza muero
cuando llega esa noche de Semana Santa
y me quedo con la pena
de cantarle una saeta
al Greñuo de mi alma.
¡Ábreme carcelero!
que va de recogida
por Dios no te entretengas
te juro ¡por el Cielo!
que da lo mismo luego
volver y morir en esta celda