miércoles, 12 de junio de 2013

Hasta que la muerte nos separe - 1990 – Francisco Abeijon Ramos – Antonio Martin García





Mi amigo Paco intentaba convencerme
de que hiciera un pasodoble dedicándolo a la Viña,
que resaltara la belleza de sus calles
y el aroma de su ambiente que enseguida te encariña.
Qué más quisiera yo, Paquito de mi alma,
que lo que me estás pidiendo fuera una realidad,
pero resulta picha de que mi barrio se desmorona
y que en un mismo cuarto allí conviven doce personas
que clase de piropo le puedo echar.
Yo no muero por la Viña, yo que vivo allí en la Viña
y me hace gracia la gente que son viñeras
tan solo en fecha de carnaval.
Quisiera ver al poeta que escribe tan bellas letras
si tuviera la cocina apuntalá.
Qué más quisiera yo que en los callejones huela a escollera
y que la Viña fuera la casita del mar.
Pero si es que mi barrio se está cayendo poquito a poco,
¡cómo hacerle un piropo!,
si da pena de verlo como se hunde cada vez más.

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