Han pasado ya
veinte siglos de
cuando Jesucristo predicando
le dio de comer
a una multitud
con solo dos peces, cinco panes,
fue digno de ver,
en la actualidad
se mueren de hambre criaturitas
sin saber por qué.
Hoy en día la verdad
con maldad se en revesó
el que tenga comerá,
desgraciado del que no,
estuvo bastante claro,
un país desalentado,
que horroriza suplicando
cada vez con su tragedia,
su miseria, su dolor.
Sólo el hombre puede terminar
lo que el destino comenzó
con los horrores de
que ya no pueden ni llorar
solo pensarlo el corazón se desgarra.
Se ven los niños
por el suelo arrastrados
sus cuerpos deformados
perdida la sonrisa.
Y las madres los mira con pena y angustia
van diciendo con furia: "ay, la vida".
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