Anoche soñé contigo, era otra vez un chiquillo
y en tu falda me enredaba.
Acariciando mi pelo, eras pa mi como el cielo
donde de niño volaba.
Yo por tenerte tan cerca feliz me sentía,
si no apretabas mi mano nunca me dormía.
Tantos y tantos develos, que me comían los celos
si junto a mí tú no estabas, madre de mi corazón.
Asomá en tu balcón, con cuanto amor y paciencia
esperabas,
tú rezando por mí hasta que al fin me veías regresar.
Cuando esta mañana yo me despertaba
al ver que no estabas no pude esperar,
como el pajarillo que vuelve a su nío
quise ser chiquillo y poderte abrazar.
Y aunque el tiempo haya pasao y no me tengas a tu lao,
te juro yo madre mía que eres pa mí lo primero
y cuando te echo de menos te quiero más todavía.
No te enfades más conmigo diciendo que me ves poco
si me tienes medio loco, te lo puedo asegurar,
y pa to aquel que me diga que esta es la ley de la
vida,
yo le grito que es mentira, porque pa que yo te olvide
me tendrían que matar.
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