sábado, 8 de septiembre de 2012

Apaches de Paris - 1976 - Angel Garcia Lopez - Jose l. Arniz Muñoz





Igual que la barquilla de aquella coplilla
que escribió el poeta, vimos cierta mañana
como suspiraba también la Caleta.
Yo me acerqué y le dije: dime, ¿qué te aflige,
reina de los mares? No quiso contestarme,
mas yo sé que lloraba por su trovador,
aquel novio celoso que tanto la amaba
y que a su cita nunca jamás le faltó.
Una mañana del mes de enero con sus cantares
surcando los mares se fue el romancero,
mas tu bien sabe que el marinero cabal y bueno
más pronto o más tarde retorna su puerto
Ponte en el pelo, niña, un clavel
para esperar a tu amante fiel.
Yo sé que te habrán dicho a ti las malas lenguas
que el galán que tú esperas jamás ha de volver.
Recuerda en sus cantares te prometía con toda su alma
que aunque se alejara siempre volvería,
fiel siempre a su promesa: cuando se ama
no existe distancia y el tiempo no cuenta.
Vuelve pronto a su vera que tu compañera
en la playa está llorando sin consuelo
y no hay remedio para su mal.
Ven cuanto antes que tu Caleta
si no te tiene de penas se muere, querido poeta.

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