Soñé que no era cierto,
que no había muerto,
que aún sonreía.
Soñando pude verle
con el gesto alegre
tal como solía.
Cantándole a las cosas
de esta tierra hermosa
que él tanto amó,
velando apasionado
por nuestro tipismo
derrochando en sus coplas
gaditanismo y corazón.
Soñando vi una bella mujer gaditana,
en su ventana con una rosa,
oyendo los poemas cual enamorada
que le cantaba su trovador.
Soñé verlo en el Falla,
como en sus buenos tiempos,
poniendo todo su sentimiento
y el arte que le distinguió.
Soñé que su Caleta se volvía coqueta
mientras que a la luz de la Luna
le cantaba un "te quiero".
Soñé que su barquilla
jugando en la orilla
reía al compás de las olas
al cantar su marinero.
hasta el Vapor del Puerto se galardonó
sintiéndose fragata por el ancho mar.
Soñé cosas tan bellas y tan sentías
que hasta lloré de pena y el alma partía
cuando me llegó el despertar.
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