viernes, 21 de septiembre de 2012

Los Golfos - 1978 - Luis M. Ripoll Lazaro

 
 




Una carta tuve un día de un amigo del alma.
Que su forma de vida lo llevo hasta un penal.
Lo enchiqueraron entre otras cosas
porque su sentido de la libertad
le hizo decir cosas que a los demás no gustaban.
Recogí su carta temblando de alegría
y empecé a leerla con prisa y con ansiedad.
Me contaba entre otras muchas cosas
un motín que hubo para intentar arreglar
las penas y fatigas que estaban pasando
los presos que un motivo estaban purgando 
y que eran tratados a punta de pie como un perro.
Si vieras, me decía, querido colega
la de chavales jóvenes que hay aquí adentro.
Pagando una condena que ni ellos conocen
y es que to el día en la calle no enseña na bueno.
Si hubiera mucho trabajo donde poder currelar
seguro que no habría tantos presos comunes
que tiene que pasar los años de su juventud
metidos en una trena.

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