Tiene Cádiz un pueblecito
que se llama San Fernando,
tiene Cádiz un pueblecito
lo mismo que un relicario.
Lo bañan la mismas olas
y lo alumbra el mismo cielo,
se respira el mismo ambiente,
convive la misma gente,
la misma gracia y salero.
Porque la isla es de la Tacita,
esa es la cuna que la meció.
Un cante por alegría
las guitarras van tocando,
cantarle a la tierra mía
ir al mundo pregonando,
tiene Cádiz un pueblecito
que se llama San Fernando.
Qué limpita y que bien huele
tan blanca como la nieve
al entrar la sal
de su salina salinera.
Qué bonita sus mujeres,
que son rosas y claveles
que perfuman nuestra
hermosa tierra marinera.
Todo esto es una herencia
y un regalo que a esta tierra
quiso darle a San Fernando.
Por eso Tacita mía
con pena y con alegría
yo sé que todos los años,
hasta que venga la muerte
no dejaré de quererte,
te juro que yo no te engaño.
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