lunes, 22 de octubre de 2012

Salado, dulce y amargo - 1981 - Luis M. Ripoll Lazaro - Felipe Campuzano




Qué salado es
sentirse visto por los ojos especiales
de una cordobesa fiel,
qué salado es
verse mezclado en el compás de los andares
de una guapa de Jaén,
qué salado es, qué salado es,
qué salado es
ir descubriendo la belleza
tan sencilla de Almería
en forma de mujer,
qué salado es, qué salado es,
qué salado es
que por Granada sucumbiera
hasta el rey moro por amor a su mujer,
qué salado es
si una chavala sevillana
llega a enamorarte con su baile de cartel,
de muy cartel,
qué salado es
que la malagueña se hizo
de un puñado de sal,
y un fandango de Valverde
representa a la de Huelva
con su encanto sin igual,
pero mi amor quedó en Cádiz
y su garbo me embrujó,
y aquí muero con la diosa
de mi corazón, de mi corazón

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