sábado, 7 de septiembre de 2013

El lavaero - 1995 – Constantino Tovar Verdejo




Pasao el día los difuntos
comenzaban a buscar
entre todos los del grupo
un lugar para ensayar.
Siempre era el postulante
quien sabia conseguir
encontrar un lavaero
y convencer a los vecinos
con la condición de no armar jaleo.
Ay cantando allí pasaban la vida,
ay formando entre todos una familia
ay dejando los vecinos hasta parné.
En el patio se ensayaba luego
y eran los vecinos los primeros
que escuchaban letras y cuplés.
Que aquí en Caí no habrá ni un monumento
más grandioso en el recuerdo
que esos torreones de mil pasodobles
que eran nuestros lavaeros.

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