martes, 17 de septiembre de 2013

El Rey Mauricio y sus Fenicios - 1996 - Francisco J. Marquez Mateos - David Marquez Mateos





Al entrar todos los días en el ensayo
y encontrarte siempre allí en un rincón del local,
de ti yo me siento más enamorao,
por día que pasa no lo puedo aguantar.
Siendo tu bombista me siento orgulloso
y al mirarte siempre empiezo a recordar
cuántas veces con el bombo de mi pare,
sólo, me he puesto a tocar un pasacalle
y de la emoción me he puesto hasta temblar,
y al colgarte sobre mi, todavía puedo sentir
que el corazón desde adentro se me sale.
Quién fuera, ay, quién fuera
aquel mazo de madera, para estar siempre a tu vera,
y acariciar tus pellejos cuando un pasodoble suena.
Ay, quién pudiera, quién pudiera ser platillo
para aconpañar el sonido
que sale de tus adentros y me vuelve loco perdío.
Qué importa que no tengas cuerpo de mujer,
qué importa que de ti no salgan melodías
que importa si de ti no hay solistas
si tú para siempre serás patriarca del compás
Y el amor de todos los bombistas

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