jueves, 22 de agosto de 2013

El fantasma de la opera - 1994.- Joaquín Albert Gálvez – Vicente Ezquerdo Oliva




Me gusta recordarlo con sus cámaras a cuestas,
sus andares lentos y su porte bonachón,
saludando amigos, dando besos en la mejilla
y una leve sonrisilla en tono medio burlón.
Diario de Cádiz, por ti sentía delirio,
y más que delirio yo diría que pasión,
cincuenta años día a día dando su fotografía
con la última noticia que su cámara captó.
Honesto y hombre sencillo, le concedieron un día
la medalla del trabajo que bien ganada la tenía.
A Juman por buena gente y viñero,
a él lo quiso Caí entero,
desde el que cogía cartones
al que más parné tenía.
Se ha ido para siempre un caballero,
triste se ha quedado Cai,
de fiesta grande está el Cielo.
Debe sentirse Cai orgullosa
de don Juan Martínez Neto, qué hijo tan inquieto.
Toda una vida dedicada por entero a Caí y a los gaditanos
se merece un monumento, se merece un monumento
levantao por sus paisanos.

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