domingo, 4 de agosto de 2013

Pulchinelas - 1993 – Joaquín Quiñones Madera – José Martínez González




Dime tú por qué te olvidaron, dime tú.
Que trabajabas desde las claras del día
en la tierra, haciendo "herías"
como el rastro de una cruz.
Sin preguntarme, con tu cabeza agachada,
una voz y una palmada  era tu norte y tu luz.
¡Arre!, que tu serones ya se mecen en el aire
por esas vereas de nadie con tu lento caminar.
¡Arre!, que tu pelo "plateao"
nadie te ha "trenzao" para rebuznar.
Tú que no bailas al trote de una sinfonía
ni te cuelgan cascabeles en lujosa brida.
Tú que no tienes siquiera apellidos regitraos
te trinan los pajarillos y delante "el señorito"
nunca te has arrodillao.
Vamos, vamos a la fuente lucero
a llenar los cantarillos y a la rica "agüita fresca"
a tu verita se acercan jaleando los chiquillos.
Tú que representabas al que no era inteligente
así nos va la vida con tantos sobresalientes.
Vamos, sabio confidente
que saben las gentes de filosofía.
Deja que siga el hombre con gigantes de gasoil
que no amanece antes por más que quieran correr.
¡Arre!, borrico ¡arre!,
que al más grande de este mundo
lo llevaste en tus lomos
cuando entró en Jerusalén.

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