Sin un viejo disfraz ni la cara pintada
ella en la soledad hace su carnaval
con estampaos delantales en los trajines de la casa,
no tiene que ensayar las notas de un cuplet,
pero qué sabe nadie mientras tiende en su cordel
como le guiña el sol cuando en su son
da bailaora, a un teclao de alfiler
cantiñea la Caracola, ay, con voz de cascabel.
Una alcoba celestial es su gran escenario
con palcos de litera, entre sueños de arlequín,
muñecas piconeras.
Sin aplausos que comprar, sin luces de colores,
qué bonito dormivela, pone los bellos de punta
su nana carnavalera.
Cuántos años lleva haciendo
ese pasacalles pá ir a la Plaza,
oyendo a coros como una copla,
al que pregona "niña, la rosa,
llévatela para que presumas
tras los encajes de tus balcones".
Con que se puede pagar
tu estampa haciendo croché,
canturreando el vaporcito
entre los bordaos de un blanco satén.
No sé por qué tú eres la cara oculta
de este carnaval sin honores
cuando no hay cosa más gaditana
que cuando tu cantas regando las flores.
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