jueves, 22 de agosto de 2013

Las viudas de los bisabuelos del 55 - 1994 – Francisco M. Cárdenas Ruso – Ramón Peñalver Hoyos – Manuel Sánchez Alba




Presentación

En cuanto palmó mi viejo el señor notario comunicó
la herencia del bisabuelo y el testamento que nos dejó.
Como el pobre era tan bueno de todo Cádiz se me acordó
y ahora leeré la herencia tal como el viejo la redactó,
y ahora leeré la herencia tal como el viejo la redacto.
Popopopom, popopopom.
No puedo dejar dinero me he quedao con lo puesto
porque todos mis ahorillos los tenía en el Banesto.
Popopopom, popopopom.
Mis gafas culo botella se las dejo a aquel tío listo
que allí en el cerro del moro vio en el suelo a Jesucristo.
Popopopom, popopopom.
Ay, Mariscal de mi alma puedo darte poca cosa
más te dejo a mi viuda  que te sirve de carroza.
Popopopom, popopopom.
Popopopom, popopopom.
Una cadena que tengo con la cruz de Caravaca
la dejo a Martínez Ares  por si acaso viene el papa.
Popopopom, popopopom.
El banco de Candelaria lo dono con la promesa
que sea pa Manolo Chaves pa que siente la cabeza.
Popopopom, popopopom.
Y el alcalde que no crea que me olvido de su nombre
que le he escrito antes de irme un cuplé y un pasodoble.
Popopopom, popopopom.
Es la herencia ay,
que me dejó el bisabuelo
cuando fue al cajón.
Es la herencia, es la herencia
la que me dejó el bisabuelo
cuando fue al cajón.

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